¡México,
tenemos un problema….
en
educación!
Como estudiante,
próxima a egresar de la carrera de pedagogía, a parte de la enseñanza y
los aprendizajes teóricos que se aprenden dentro de un salón de clase, también
se necesita de la experiencia y de la práctica para poder tener una mejor
visión de cómo es realmente el sistema educativo del país, por ello decidí
realizar mis prácticas en una escuela secundaria y así conocer qué es lo que
pasa realmente en un salón de clase, cuál es la labor de un docente, cómo son
las relaciones entre alumnos y maestros. Mi experiencia durante este tiempo me ha permitido observar, probar y comprobar los siguientes elementos para permitir la enseñanza a todos los alumnos sin distinción.
1.- Cómo incluir a los alumnos con capacidades diferentes.
El primer día que entre al salón para
impartir clases de formación cívica y ética a los alumnos, lo
primero que sentí fue miedo de ver a muchos chicos haciendo
relajo, golpeándose entre ellos
mismos atrás del salón, mientras los otros gritaban, las niñas con su celular tomando fotos, y otros sentados y
calmados sin hacer nada. Pero no podía irme y dejar todo así, porque mi función
era impartir la clase para todos los estudiantes de ese grupo calmados y no
calmados.
En esta ocasión quiero referirme a los
"alumnos calmados" o no incluidos, que presentan un problema
diferente a los estudiantes regulares como pueden ser: chicos con discapacidad
física, psicológica, que no escuchen, no vean, con déficit de atención,
con autismo y con problemas de aprendizaje.
Es común encontrar a estos adolescentes
apartados del grupo de forma discriminatoria por parte de los mismos maestros,
etiquetados como indeseables, que no saben, que no aprenden, sin darse cuenta
que su barrera de aprendizaje no representa un problema para
incluirlos al grupo en general.
Algunas propuestas para la inclusión, son las siguientes:
- Identificar el problema que el alumno tiene, hay que mencionar que el maestro no es quien determina que barrera de aprendizaje tiene el estudiante, sino con la ayuda de un psicólogo o un psicopedagogo, pero el docente puede detectar que chico presenta un déficit o rezago en determinada materia.
- Tener un número reducido de alumnos (12 a 18) para que así el maestro pueda tener un mejor control del grupo y atender especialmente a aquellos adolescentes que presenten alguna barrera de aprendizaje.
- Los alumnos con problemas de visión: verbalizar todas las situaciones; dar información adicional cuando el estudiante no comprenda la instrucción o el tema; trabajar la lectoescritura braille; hacer uso de la exploración de objetos reales, bidimensionales, maquetas que sirvan al niño para descubrir un nuevo conocimiento.
- Para los chicos con problemas auditivos: mantener un contacto visual con ellos y lograr captar su atención; el maestro deberá aprender y utilizar el lenguaje de señas para comunicarse con el; el niño deberá sentarse en la primera fila y de esa manera tener un mayor contacto visual y pueda observar bien el pizarrón, al docente y a sus compañeros; utilizar imágenes u objetos que permitan al adolescente comprender que tema verán en la clase; usar un lenguaje claro, bien vocalizado y fácil de entender; evitar el ruido.
- A los estudiantes con discapacidad física: deben existir rampas en la escuela para aquellos que utilizan silla de ruedas; si alguno necesita un pupitre o silla especial para él, tendrá que seguir utilizándolo; algunos chicos necesitan sillas especiales para no resbalar de sus sillas y tendrán que estar sujetados a ella; para evitar que los adolescentes tengan problemas a la hora del cambio de materia, es preferible que no sea el grupo el que cambie del salón, sino que los maestros sean los que tengan que llegar al salón donde se encuentre ese grupo; se necesitara de materiales didácticos que el dicente pueda utilizar para que su aprendizaje sea mejor.
- Para los alumnos con autismo: reducir las distracciones; respetar el espacio donde el chico quiera sentarse; enseñarle a hacer las cosas, no hacerlas por él; mantener una rutina en el aula para que el estudiante se acostumbre a estar en el salón; utilizar imágenes u objetos para complementar la lección o el tema que se les impartirá ese día.
Todos los chicos sin importar su condición pueden participar en el mismo salón de clase, pueden aprender juntos, siempre y cuando los maestros se comprometan a ofrecer una enseñanza y un trato igualitario para todos sus alumnos. No hay razón para la discriminación.
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