Existen muchos maestros actualmente en nuestro país, y muchas veces su trabajo o labor como docente no es lo que el quisiera o esperaba, por ejemplo, cuando egresan de la universidad o de la normal todos quieren y tienen la idea de "ser el mejor maestro", "yo no seré como tal maestra...", "yo seré bueno con mis alumnos", entre otras ideas que se tienen, pero al llegar a un salón de clases y trabajar con los alumnos, no somos precisamente los maestros que pensábamos o queríamos ser debido a la gran cantidad de trabajo que pueda tener en el aula, el trabajar con grupos numerosos y con distintos tipos de alumnos suele ser muy difícil.
Por ello, he decido hacer una lista que tiene como objetivo conocer cuales son las principales cualidades que un buen maestro debe tener, sin importar el nivel educativo en el que se desempeñe, estas cualidades le ayudaran para realizar mejor su práctica docente y a su vez beneficie a sus alumnos como a ellos mismos.
1. Creer en sí mismo y en su labor como docente.
El profesor debe creer en si mismo y en que tiene todas las capacidades y conocimientos necesraios para poder desempeñar su trabajo dentro y fuera del aula de clase, debe sentirse seguro de que el trabajo que el desempeñe beneficiará el proceso de aprendizaje de sus alumnos; por ello también debe cree en la educación. Aunque parezca raro, existen algunos profesores que no confían en la educación, muchos no creen en la escuela como órgano educador y consideran su actividad docente como una mera forma de ganarse la vida. Es importante que tome conciencia del papel que desempeña, como un transformador de la realidad, como un agente de cambio para sus alumnos.
2. Perfeccionarse y actualizarse constantemente.
La
responsabilidad profesional del maestro debe conducirlo a querer perfeccionarse constantemente. Este perfeccionamiento debe ser
entendido en un sentido amplio y
no solamente como una "actualización de sus
conocimientos acerca de la materia" que imparte. Debe perfeccionarse desde el punto de vista técnico (actualizar los conocimientos teóricos y prácticos que tiene acerca de su materia o asignatura), profesional y
social), profesionalmente (informándose de los progresos de la didáctica, de los planes y programas de estudio, la reforma educativa, etc) y socialmente (proponiéndose a través de su asignatura, formar cada vez mejores
ciudadanos).
3. Ser autocritico.
Desarrollar
su espíritu de auto-crítica, de criticar continuamente su propia conducta, si realizó bien su trabajo como docente, si cumplió con lo establecido en el programa, si trato bien a todos sus alumnos, si es justo en sus decisiones, etc. Una vez a la semana podría hacer un
balance de sus acciones, y examinar desapasionadamente todas
las situaciones conflictivas en que se vio envuelto, de modo que
reflexionase acerca de si actuó bien o mal en ellas. Esto le permitirá saber si cometió algún error para posteriormente no cometerlo o bien modificar su forma de realizar su trabajo con sus alumnos.
4. Debe ser justo.
El profesor debe cultivar una actitud de
justicia y trato igualitario para con sus alumnos en, relación a la atención
y consideración (independientemente de las condiciones sociales y económicas
de sus alumnos). El maestro no
debe, sin embargo, ofrecer el mismo
trato a todos por igual. Para ser verdaderamente equitativo, debe tratarlos
conforme a sus diferencias individuales, tornando en consideración la inteligencia,
la timidez, el temperamento, la formación, las aspiraciones, etc. Nada
desalienta más a los alumnos que la comprobación de que el profesor tiene
preferencias por uno u otro compañero. El maestro no debe tener "alumnos preferidos" y no debe tratar mejor a los considerados "inteligentes" y dejar a un lado a los que presentan alguna barrera de aprendizaje, ya que todos merecen su atención y un trato justo.
5. Propiciar la participación de sus alumnos.
El docente debe evitar la actitud de hacer que siempre prevalezca su opinión. Es frecuente encontrar
profesores que justifican sus actos y decisiones con relación
a sus alumnos diciendo "¡Esto es así porque yo quiero que sea así...!". Los maestros deben tomar en cuenta a sus alumnos en la clase, no solo hablar ellos, sino dar la oportunidad a los chicos de compartir sus puntos de vista, ideas u opiniones acerca del tema. La
obligación del profesor estriba en que todas
sus lecciones estén acompañadas de justificaciones y explicaciones
lógicas, que tengan sentido, permitiendo el debate acerca de las mismas antes
de establecerlas de manera definitiva como verdades únicas.
6. Saber escuchar.
Así como a los maestros les gusta que los alumnos los escuchen, también ellos deben saber escuchar a sus alumnos, contestar a sus preguntas, dejar que los alumnos manifiesten las dudas u opiniones y así mismo si alguna vez un estudiante corrige al maestro, este no debe molestarse, al contrario, debe agradecerle a su alumno pues esto puede indicar que el alumno pone atención, que investiga, que lee y ayudará a que el maestro no cometa el mismo error posteriormente.
7. Tener buenas relaciones con sus alumnos.
Debe
esforzarse por ser empatico con sus alumnos; demostrar que pueden confiar en el, que si alguno de ellos tiene algún problema de cualquier tipo el los escuchará, y que en la medida de sus posibilidades les ayudará, debe ser tolerantes y tenerles mucha paciencia, pues cada uno es distinto y su forma de aprender es distinta, no debe desesperarse, sino mantener la calma y apoyar a todos sus alumnos. No debe ser temido, el ambiente de temor es el menos propicio para que se
realice el aprendizaje eficiente.
8. Llamar la atención de forma adecuada.
Cuando un profesor quiera amonestar a un alumno, debe hacerlo franca y lealmente,
sin invocar nunca razones
de defectos físicos, deficiencias
de inteligencia, raza o
nacionalidad. Estos son aspectos
que no pueden ser invocados, pues están
más allá de la voluntad y de las posibilidades de los alumnos. La amonestación debe reflejar lo que dependa de la propia
acción del alumno, si alguno de sus alumnos tiene una mala conducta o actúa mal, debe hablar con el de manera privada, no castigarlo frente al resto de la clase. Tampoco
es ético ridiculizar
a los alumnos. El profesor debe aceptar
los errores de
los alumnos y analizarlos, ha de
poder corregirlos
convenientemente.
9. Ser congruente.
Un maestro debe hacer lo que el mismo está diciendo;, no debe contradecir sus acciones con sus palabras, debe cumplir con lo que promete; por ejemplo si pide que sus alumnos sean puntuales, pero el no lo es, entonces no puede exigir una cosa que el no puede hacer; si el ya asigno cierto porcentaje a diversas actividades para la evaluación de un bimestre, no puede cambiarlas o modificarlas, pues estaría dando muestra de la falta de congruencia y sus alumnos no lo tomarían en serio.
10. Ser un buen colega.
El trabajo de los maestros no solo es en relación con sus alumnos, sino también con sus compañeros docentes, personal administrativo y director. Fortalecer
la fraternidad con sus colegas, mediante el respeto mutuo, trato cordial,
tolerancia ante la diferencia de carácter y pensamiento. Las relaciones entre los docentes deben estar inspiradas en la sana
competencia, la solidaridad profesional y la cooperación, teniendo en cuenta
que todos tienen como objetivo común el bienestar de los alumnos.
"La educación es sin duda el más humano y humanizador de todos los empeños"