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martes, 29 de marzo de 2016

10 cualidades que debe poseer un buen maestro

Existen muchos maestros actualmente en nuestro país, y muchas veces su trabajo o labor como docente no es lo que el quisiera o esperaba, por ejemplo, cuando egresan de la universidad o de la normal todos quieren y tienen la idea de "ser el mejor maestro", "yo no seré como tal maestra...", "yo seré bueno con mis alumnos", entre otras ideas que se tienen, pero al llegar a un salón de clases y trabajar con los alumnos, no somos precisamente los maestros que pensábamos o queríamos ser debido a la gran cantidad de trabajo que pueda tener en el aula, el trabajar con grupos numerosos y con distintos tipos de alumnos suele ser muy difícil.

Por ello, he decido hacer una lista que tiene como objetivo conocer cuales son las principales cualidades que un buen maestro debe tener, sin importar el nivel educativo en el que se desempeñe, estas cualidades le ayudaran para realizar mejor su práctica docente y a su vez beneficie a sus alumnos como a ellos mismos.

1. Creer en sí mismo y en su labor como docente.
El profesor debe creer en si mismo y en que tiene todas las capacidades y conocimientos necesraios para poder desempeñar su trabajo dentro y fuera del aula de clase, debe sentirse seguro de que el trabajo que el desempeñe beneficiará el proceso de aprendizaje de sus alumnos; por ello también debe cree en la educación. Aunque parezca raro, existen algunos  profesores que no confían en la educación, muchos no creen en la escuela como órgano educador y consideran su actividad docente como una mera forma de ganarse la vida. Es importante que tome conciencia del papel que desempeña, como un transformador de la realidad, como un agente de cambio para sus alumnos.


2. Perfeccionarse y actualizarse constantemente.
La responsabilidad profesional del maestro debe conducirlo a querer perfeccionarse  constantemente.  Este perfeccionamiento  debe ser  entendido  en un sentido amplio y no solamente como una "actualización de sus conocimientos acerca de la materia" que imparte. Debe perfeccionarse desde el punto de vista técnico (actualizar los conocimientos teóricos y prácticos que tiene acerca de su materia o asignatura), profesional y social), profesionalmente (informándose de los progresos de la didáctica, de los planes y programas de estudio, la reforma educativa, etc) y socialmente (proponiéndose a través de su asignatura, formar cada vez mejores ciudadanos).

3. Ser autocritico.
Desarrollar su espíritu de auto-crítica, de criticar continuamente  su propia conducta, si realizó bien su trabajo como docente, si cumplió con lo establecido en el programa, si trato bien a todos sus alumnos, si es justo en sus decisiones, etc. Una vez a la semana podría hacer un balance  de sus  acciones, y examinar desapasionadamente  todas  las situaciones conflictivas en que se vio envuelto, de modo que reflexionase acerca de si actuó bien o mal en ellas. Esto le permitirá saber si cometió algún error para posteriormente no cometerlo o bien modificar su forma de realizar su trabajo con sus alumnos.


4. Debe ser justo.
El profesor debe cultivar una actitud de justicia y trato igualitario para con sus alumnos en, relación a la atención y consideración (independientemente de las condiciones sociales y  económicas  de sus alumnos). El maestro  no debe, sin embargo, ofrecer el mismo  trato a todos por igual. Para ser verdaderamente equitativo, debe tratarlos conforme a sus diferencias individuales, tornando en consideración la inteligencia, la timidez, el temperamento, la formación, las aspiraciones, etc. Nada desalienta más a los alumnos que la comprobación de que el profesor tiene preferencias por uno u otro compañero. El maestro no debe tener "alumnos preferidos" y no debe tratar mejor a los considerados "inteligentes" y dejar a un lado a los que presentan alguna barrera de aprendizaje, ya que todos merecen su atención y un trato justo.

 5. Propiciar la participación de sus alumnos.
El docente  debe evitar la actitud  de hacer que siempre prevalezca  su opinión. Es frecuente  encontrar  profesores  que justifican  sus actos y decisiones  con relación  a sus alumnos  diciendo  "¡Esto es así porque  yo quiero que sea así...!". Los maestros deben tomar en cuenta a sus alumnos en la clase, no solo hablar ellos, sino dar la oportunidad a los chicos de compartir sus puntos de vista, ideas u opiniones acerca del tema. La obligación del profesor  estriba  en que todas  sus lecciones estén acompañadas de justificaciones y explicaciones lógicas, que tengan sentido, permitiendo el debate acerca de las mismas antes de establecerlas de manera definitiva como verdades únicas.

6. Saber escuchar.
Así como a los maestros les gusta que los alumnos los escuchen, también ellos deben saber escuchar a sus alumnos, contestar a sus preguntas, dejar que los alumnos manifiesten las dudas u opiniones y así mismo si alguna vez un estudiante corrige al maestro, este no debe molestarse, al contrario, debe agradecerle a su alumno pues esto puede indicar que el alumno pone atención, que investiga, que lee y ayudará a que el maestro no cometa el mismo error posteriormente. 

7. Tener buenas relaciones con sus alumnos.
Debe esforzarse por ser empatico con sus alumnos; demostrar que pueden confiar en el, que si alguno de ellos tiene algún problema de cualquier tipo el los escuchará, y que en la medida de sus posibilidades les ayudará, debe ser tolerantes y tenerles mucha paciencia, pues cada uno es distinto y su forma de aprender es distinta, no debe desesperarse, sino mantener la calma y apoyar a todos sus alumnos.  No debe ser temido, el ambiente de temor es el menos propicio para que se realice el aprendizaje eficiente. 


8. Llamar la atención de forma adecuada.
Cuando un profesor  quiera amonestar  a un alumno, debe hacerlo franca y lealmente, sin invocar  nunca  razones  de defectos  físicos,  deficiencias  de inteligencia,  raza o nacionalidad.  Estos  son aspectos  que no pueden  ser invocados,  pues están  más allá de la voluntad y de las posibilidades   de los alumnos. La amonestación   debe reflejar lo que dependa  de la propia  acción  del alumno, si alguno de sus alumnos tiene una mala conducta o actúa mal, debe hablar con el de manera privada, no castigarlo frente al resto de la clase. Tampoco   es  ético  ridiculizar   a los alumnos. El profesor debe  aceptar   los  errores   de  los  alumnos  y analizarlos,   ha  de poder   corregirlos convenientemente.   

9. Ser congruente. 
Un maestro debe hacer lo que el mismo está diciendo;, no debe contradecir sus acciones con sus palabras, debe cumplir con lo que promete; por ejemplo si pide que sus alumnos sean puntuales, pero el no lo es, entonces no puede exigir una cosa que el no puede hacer; si el ya asigno cierto porcentaje a diversas actividades para la evaluación de un bimestre, no puede cambiarlas o modificarlas, pues estaría dando muestra de la falta de congruencia y sus alumnos no lo tomarían en serio.

10. Ser un buen colega.
El trabajo de los maestros no solo es en relación con sus alumnos, sino también con sus compañeros docentes, personal administrativo y director. Fortalecer la fraternidad con sus colegas, mediante el respeto mutuo, trato cordial, tolerancia ante la diferencia de carácter y pensamiento. Las relaciones entre los docentes deben estar inspiradas en la sana competencia, la solidaridad profesional y la cooperación, teniendo en cuenta que todos tienen como objetivo común el bienestar de los alumnos.


"La educación es sin duda el más humano y humanizador de todos los empeños" 



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